Sobre los beneficios de correr se
ha escrito mucho, pero también sobre sus riesgos. Correr, dice ahora un estudio
publicado en «Neurology», además de ser muy bueno para nuestro corazón, también
mejora nuestra salud cognitiva. En estudio afirma que «los adultos que corren
regularmente pueden conservar sus habilidades de memoria y pensamiento en
mejores condiciones cuando sean mayores». Según David R. Jacobs, de la
Universidad de Minnesota, en EE.UU, «este trabajo es el más importante
realizado hasta la fecha y recuerda los beneficios para la salud mental de
actividades como correr, nadar, montar en bicicleta, etc.».
El trabajo ha analizado a un
total de 2.747 personas sanas con una edad media de 25 años que hacía ejercicio
de forma regular a los que se controló el primer año y posteriormente 20 años
después. Los investigadores realizaron pruebas cognitivas 25 años después del
inicio del estudio para evaluar su memoria verbal, velocidad psicomotora
(relación entre las habilidades de pensamiento y movimiento físico) y la
función ejecutiva.
También realizaron una prueba de
esfuerzo, similar a la prueba de esfuerzo cardiovascular, a los participantes:
en la primera prueba, los participantes corrieron o caminaron en una cinta
durante un periodo medio de 10 minutos. Veinte años después, esa cifra se
redujo en un promedio de 2,9 minutos. Por cada minuto de más completo en la
primera prueba, los voluntarios eran capaces de recordar correctamente 0,12
palabras más correctamente en la prueba de memoria de 15 palabras y de
sustituir 0.92 más números con símbolos sin sentido en la prueba de velocidad
psicomotora a los 25 años, incluso después de ajustar otros factores, como el
tabaquismo, la diabetes y el colesterol elevado.
«Estos hallazgos probablemente
nos ayuden a identificar más precozmente,, y por lo tanto a prevenir o tratar,
a las personas con alto riesgo de desarrollar demencia», señala Jacobs.
Mejor de forma moderada
Pero cuidado, según otro trabajo
presentado durante la reunión anual del Colegio Americano de Cardiología
(American College of Cardiology), podría haber un punto en que correr no es tan
beneficioso. Correr de forma moderada -dos o tres horas a la semana- parece ser
lo mejor para la longevidad, pero no lo sería hacerlo «demasiado».
Los investigadores de este nuevo
ensayo afirman que tanto las personas que no hacen ejercicio como los
corredores de largas distancias tienden a tener una esperanza de vida más corta
que los que corren de forma moderada. «Nuestro estudio no encontró ninguna
diferencia que pudiera explicar la disparidad en la longevidad», afirma Martin
Matsumura, del Instituto de Investigación Cardiovascular de la Red de Salud de
Lehigh Valley en Allentown, en EE.UU..
Matsumura y sus colaboradores
evaluaron los datos de más de 3.800 personas que corrían habitualmente, con una
edad media de 46 años y que participaban el Masters Running Study. Casi el 70
por ciento informaron que corrían más de 32 Km. a la semana.
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