Buenos días a tod@s,
Esta es la primera entrada, esperamos que haya muchas más, de un nuevo colaborador del Blog, Oscar Campillo. Gracias Oscar.
Llama mucho la atención, que de
forma generalizada la fruta se come de postre, justo después de la comida.
Curiosamente es cuando peor sienta. Hay personas que se quejan de gases después
de comer, pesadez, digestiones difíciles
y no saben que quitando la fruta de postre ya mejoran mucho esos
síntomas negativos.
Lo ideal es comer la fruta con el
estómago vacío.
¿POR QUÉ?
La fruta es un alimento que está
muy poco tiempo en el estómago, pasa rápidamente al duodeno, donde se absorben
los nutrientes que contiene. Sin embargo, la comida está triturándose en el
estómago, formando el bolo alimenticio, durante unas dos horas. ¿Qué pasa
cuando comemos la fruta después de la comida? Que la fruta, en vez de pasar al
intestino delgado, se mezcla con el resto de la comida, estando obligada a
estar dos horas en el estómago en vez de veinte minutos, con lo que al estar
demasiado tiempo en contacto con los jugos gástricos se fermenta y da lugar a
una mala absorción de nutrientes además de los mencionados gases.
Hay personas que al quitar la
fruta de postre, tienen la sensación de que les falta algo, se quedan
insatisfechos con la comida. Están acostumbrados a acabar con fruta, que suele
ser dulce. Para compensar, os aconsejo tomaros una infusión o un buen te verde,
echarle un poquito de stevia y así conseguiréis mitigar esa falta de dulce que
se tiene al quitar la fruta.
Todo lo contrario pasa con los
zumos de fruta. No sé si es por la publicidad (alguna llega a insinuar que en
caso de problemas, al crío le va a ayudar un primo que está cachas porque toma
zumos) o por qué, el caso es que cualquier madre cree que dando un zumo de
frutas a su hijo le está dando una fuente de energía, vitalidad y salud, cuando
ocurre justamente al revés. Nos ofrecen multitud de zumos en envases de fácil
utilización para que incluso los niños puedan llevarlos al recreo. "¡Qué
buena madre soy, le echo en la mochila un zumo de frutas todos los días!"
Néctar, zumo a partir de concentrado de fruta, zumo recién exprimido... ¿Cuál
será el mejor? Respuesta: NINGUNO. Con el zumo, pasa todo lo contrario que con
la fruta de postre, al ser en líquido y no haber masticación, pasa tan rápido
al torrente sanguíneo que el organismo tiene que hacer un gran esfuerzo en
contrarrestar ese subidón de energía y azúcar, haciendo trabajar al páncreas en
exceso en su función de segregación de insulina. Además, las vitaminas que
contiene el zumo de fruta no son sustancias con vida, no nos sirven, ya que las
auxonas que son necesarias para que cobren importancia, se quedan en la pulpa y
en el filtro del exprimidor o licuadora.
Por tanto, la fruta con el
estómago vacío y en piezas enteras.