La excesiva higiene y otros
factores como la alimentación o la contaminación incrementan el número de casos
de niños alérgicos cada año, y ya suponen uno de cada cinco, según los expertos
reunidos en el Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia
y Asma Pediátrica (SEICAP), que se celebra en Ávila.
FUENTE | LaFlecha 27/05/2013
Tan sólo en el caso del asma el
número de niños se ha duplicado en las últimas tres décadas, según datos de la
SEICAP. El hecho de que los niños se desarrollen "en un ambiente de
asepsia, con ausencia de gérmenes, rodeados de una higiene excesiva, con tanta
esterilización, vacunados de todo y sin riesgo de infecciones provoca que su
sistema inmunológico no active el mecanismo de defensa sino el que favorece las
alergias", explica el doctor Marcel Íbero, presidente de la SEICAP.
Un estudio reciente publicado en
la revista Immunity permitió probar como la exposición a los gérmenes del medio
ambiente en niños pequeños permite un desarrollo normal del sistema inmune, lo
que contribuye a evitar futuras alergias y lo protege de infecciones. Según el
doctor Íbero "en un ambiente de gérmenes como el de los países del tercer
mundo o con carencias sanitarias, la respuesta inmunológica TH2 con la que
nacen los niños y que favorece las alergias se convierte en TH1, que es la que
activa la defensa para poder combatir las infecciones".
El progreso y la
occidentalización han contribuido a "la aparición de cambios en el estilo
de vida de las personas que viven en países desarrollados, que han modificado
sus hábitos de higiene, de alimentación o incluso la decoración de las casas.
Todo este conjunto de causas, unidas a la contaminación, provocan cambios en el
sistema inmunológico de los niños ya desde el vientre de la madre, cuya
respuesta de defensa se vuelve más débil y favorece la aparición de
alergias", explica el doctor Luis García Marcos, del Servicio de
Alergología Pediátrica del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia.
Un informe publicado por el
Centro Nacional de Estadísticas de Salud Pública (NCHS) de EE.UU. confirma el
aumento de niños con alergias y el mayor número de casos en niños procedentes
de familias con ingresos más altos que en niños por debajo del umbral de la
pobreza. La diferencia es amplia en el caso de las alergias respiratorias,
afectando al 14,9% en los niños con menos ingresos y al 18,3% a los que tienen
un nivel económico más alto.
CONSECUENCIAS DE SER ALÉRGICO
Los síntomas más comunes de las
alergias incluyen tos, picor de ojos y nariz, sibilancias, urticaria,
angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos, dificultades
para respirar, ezcema o reacciones de anafilaxia. Esto resulta "muy
molesto e influye de manera notable en la calidad de vida de los niños. En
muchos casos se traduce en problemas de escolarización, de aprendizaje y faltas
al colegio. En casos graves requiere el ingreso hospitalario", asegura el
doctor García Marcos.
Los niños alérgicos deben seguir
unas pautas de tratamiento que incluyen la evitación total del alérgeno en la
medida de lo posible, y en algunos casos medicación preventiva y vacunas para
evitar reacciones y mejorar en la medida de lo posible su vida cotidiana.
"Es muy importante que los padres y el entorno del niño conozcan su
enfermedad y cómo reaccionar con la medicación de rescate en caso de una
crisis, pues si no se actúa a tiempo las consecuencias pueden ser
fatales", advierte el doctor García Marcos.