Para ganar la guerra al sobrepeso
se debe conocer a fondo el campo de batalla y anticiparse al enemigo.
Precisamente por eso, los expertos en nutrición insisten en la necesidad de
empezar a combatir esta epidemia a edades muy tempranas.
"La obesidad se combate en
la cuna", afirma el doctor Rafael Casas, director científico de la
Fundación Thao, quien advierte de que es en la etapa de la neofobia (tras el
periodo de lactancia) cuando los padres deben empezar a actuar.
"Los pequeños, que dejan de
estar amamantados y rechazan sabores nuevos, deben ser instruidos por su
familia para aceptar la fruta y la verdura", añade el especialista. Según
los últimos datos que maneja su Fundación, uno de cada cuatro menores de cinco
años tiene exceso de peso (sobrepeso y obesidad), incidencia que ha disparado
la alarma entre los expertos en nutrición. "El sobrepeso cuando son tan
pequeños puede derivar en graves problemas de salud y crecimiento, entre ellos
deformaciones óseas o diabetes", asegura Rafael Casas. "Muchas
personas no son aún conscientes de que la obesidad es algo serio, es una
condición patológica que comporta alteraciones metabólicas", añade Casas,
quien culpa en gran parte a las familias de esta situación.
"Los padres tienen en sus
manos un arma importante para proteger a sus pequeños que es inculcarles una
alimentación saludable", advierte el responsable de la Fundación.
CAMBIOS GENERACIONALES
A su entender, los cambios
generacionales han influido decisivamente en la cultura alimentaria.
"Cuando yo era pequeño, mis padres nunca preguntaban qué quería cenar;
ahora sí lo hacen y es un error", apunta.
Otro de los factores a tener en
cuenta es el nivel socioeconómico de las familias. "Todos los informes
realizados hasta ahora coinciden en que es determinante", dice Casas. Sin
embargo, no hay a su entender indicios contundentes de que la crisis y el
empobrecimiento poblacional hayan influido en el aumento de la obesidad.
"Comer bien, no es caro, es
una cuestión cultural. Una merluza fresca puede resultar mucho más económica
que una pizza, pero hay muchas madres que optan por lo rápido por falta de
recursos", asegura Rafael Casas. "Los niños comen por imitación y
asimilan como apetecible lo que comen sus padres", añade el especialista.
El sedentarismo sigue siendo el
gran aliado del sobrepeso y una de las lacras a combatir. Según el último
estudio presentado por su Fundación, el 13% de los menores se pasa más de dos
horas diarias delante del televisor, porcentaje que se dispara hasta el 30% los
fines de semana. "Los niños hacen lo que ven en casa. Los menores que no
hacen ejercicio, ven la tele y juegan a la videoconsola tienen pocos estímulos
en su hogar", concluye Casas.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico
S.A. 17/05/2012
Autor: Esther Armora