¿ DÓNDE JUGAMOS ?

¿DÓNDE JUGAMOS?

XXXV CROSS DE LEGANÉS

PARQUE POLVORANCA DE LEGANÉS

DOMINGO 19 DE ENERO DE 2020 - 13:00 HORAS


domingo, 6 de marzo de 2011

¿SEREMOS LOS PADRES LOS MAXIMOS RESPONSABLES?

Mucha carne, demasiadas grasas y un exceso de bebidas refrescantes. Así, desequilibrada, es la dieta diaria de los españoles, que prefieren comer un buen filete de carne roja que un plato de verduras a la plancha. En España no se come en exceso (2.482 kilocalorías por persona y día de media), pero sí mal.
FUENTE | El País Digital 04/03/2011
La elección de los alimentos no es la adecuada. La primera Encuesta Nacional de Ingesta Dietética revela que los ciudadanos abusan de las proteínas y las grasas y, en cambio, olvidan las verduras, la pasta, el arroz y las patatas. Ingredientes que, hasta hace poco, eran la base de los menús cotidianos. "Los españoles han dado la espalda a la dieta mediterránea", ha alertado el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), Roberto Sabrido.
La encuesta ha analizado los hábitos de 3.000 personas, de 18 a 64 años, para extraer la conclusión de que los mayores aún conservan los patrones tradicionales. Y otro dato: las mujeres se alimentan mejor que los hombres. La radiografía dietética que traza la Aesan muestra que solo el 43% de la población come hortalizas a diario; de media, los españoles toman 1,5 raciones de espinacas, tomates o zanahorias al día, cuando la cantidad recomendada es al menos dos raciones. Lo mismo ocurre con los hidratos de carbono, los ciudadanos comen 3,3 raciones al día de patatas, arroz o cereales, cuando lo recomendado es tomar entre cuatro y seis.
"Un ciudadano consume al día unos 164 gramos de carne, de media, y lo aconsejable sería que lo hiciese de forma ocasional", explicó Sabrido, que indicó que entre un 28% y un 30% come bollería a diario cuando tendría que hacerlo solo de vez en cuando.
A la mala alimentación se une que el 46% de la población no hace ninguna actividad deportiva, ni siquiera caminar la media hora diaria que recomiendan los expertos. Estos datos ayudan a explicar la pandemia de obesidad que vive España, donde el 56% de los adultos y el 27% de los menores de 18 tiene sobrepeso u obesidad.
Susana Monereo ve estos desequilibrios cada día. La jefa de endocrinología del Hospital de Getafe (Madrid) explica que el destierro de la dieta mediterránea y el mal comer pueden tener consecuencias graves para la salud. "Se piensa erróneamente que comer solo proteínas adelgaza, y no es así. Una dieta excesivamente proteica afecta a los riñones y provoca, además, pérdida de calcio", añade. Las grasas, que los españoles también consumen excesivamente, tampoco son inocuas, Monereo explica que pueden causar el aumento de las enfermedades cardiovasculares.
No introducir frutas, hortalizas e hidratos de carbono en el menú puede producir alteraciones en la conducta alimentaria. "Esa carencia puede derivar en atracones, pero también en otros problemas. La falta de esos nutrientes está relacionada con los cánceres de mama y de colon, por no hablar de los problemas gastrointestinales que causa la falta de fibra", dice Monereo.
Los españoles, sin embargo, aprueban en ingesta de pescado (comen casi las cuatro raciones semanales, como está recomendado) y de legumbres. Aunque un 5% de la población asegura que no toma lentejas, alubias o garbanzos nunca. El 1,5% de la población es vegetariana.
España se aproxima día a día a los patrones alimenticios de países como Francia o Reino Unido. La comparación de los datos de la encuesta española con una similar francesa revela que las cifras de ingesta de carne, verduras o frutas es similar.
Autor:   María R. Sahuquillo

martes, 1 de marzo de 2011

TRABAJO+CONSTANCIA = TALENTO

Podemos pensar que si no tenemos el gen del talento no hay nada que hacer o ponernos manos a la obra. Sin duda, el trabajo y la constancia son las mejores formas de provocarlo.
Flaubert me enseñó que el talento es una disciplina tenaz y una larga paciencia", escribió Mario Vargas Llosa en el discurso de aceptación del Nobel de Literatura. Un año antes, en Cartagena de Indias, había explicado que Flaubert empezó siendo un mal escritor, un mero imitador, y que para ser el genio que fue se impuso una disciplina de galeote. "Yo llegué a la conclusión", dijo el escritor peruano, "de que si uno no lo tenía se lo podía provocar a base de trabajo". El protagonista de la novela de Javier Cercas La velocidad de la luz (Tusquets), Rodney Falk, opina lo mismo: "El talento no se tiene, sino que se conquista". Lo contrario de lo que afirmó Oscar Wilde, quien quizá afirmó demasiadas cosas: "Lo que no te dé la naturaleza, no se puede aprender".
¿Qué dicen los expertos? Dan Coyle, que ha investigado dónde y cómo florece el genio en el mundo, sostiene en el libro Las claves del talento (Zenith) que este no tiene tanto que ver como creíamos con los genes. Según él, se cultiva. En cambio, Malcolm Gladwell, periodista de The Washington Post y The New Yorker que también ha investigado sobre el tema -Fueras de serie (Taurus)-, se pregunta: ¿Existe de forma innata? Y él mismo dice: "La respuesta obvia es que sí". Gladwell, muy americano, investiga también el éxito, y afirma: "El éxito es talento más preparación. Pero cuanto más miran los psicólogos las carreras de los mejor dotados, menor les parece el papel del talento innato. Y mayor el que desempeña la preparación".
Pero ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de esta aptitud? Según el filósofo y pedagogo José Antonio Marina, talento es "la inteligencia triunfante". Es, pues, la inteligencia "que resuelve los problemas y avanza con resolución", explica Marina en su último libro, La educación del talento (Ariel). Puesto que hay muchas inteligencias diferentes, según Marina, también hay muchos genios distintos: musicales, científicos, financieros, atléticos, etcétera, cada uno de los cuales supone un especial tipo de destreza. "No todos valemos para todo".
resolver y avanzar
"La excelencia es un hábito"(Aristóteles)
El científico Robert J. Sternberg, uno de los más reputados expertos actuales en temas de inteligencia, denomina "inteligencia exitosa" a lo que Marina llama talento. Es decir, la inteligencia que se emplea para lograr objetivos importantes. Más amplia que lo que miden los tests de inteligencia porque incluye la gestión de las emociones, la tenacidad, el esfuerzo o la resistencia a la frustración. Las personas que poseen esa aptitud básica no dependen demasiado de las motivaciones externas, sino que saben automotivarse; aprenden a controlar sus impulsos; saben cuándo perseverar y cuándo cambiar de objetivo; saben sacar el máximo provecho de sus capacidades; completan las tareas, tienen iniciativa, no dejan las cosas para otro día...
¿Qué papel desempeña el trabajo duro en la consecución del talento? Prácticamente lo es todo. Aunque desde Darwin la forma tradicional de considerarlo, según Dan Coyle, ha sido esta: los genes (la naturaleza) y el entorno (la educación) se combinan para convertirnos en lo que somos. "Es un método popular", afirma Coyle, "pero cuando se trata de explicar el talento humano, es un modelo vago". Según el escritor, pensar que esta cualidad procede de los genes y el entorno es como pensar que las galletas proceden del azúcar, la harina y la mantequilla: es bastante cierto, pero inútil.
La regla de las 10.000 horas
"Salvo los tontos, los hombres no se diferencian mucho en cuanto a intelecto; solo en ahínco y trabajo duro" (Charles Darwin)
Investigadores como Anders Ericsson, Herbert Simon y Bill Chase sostienen que las grandes habilidades en cualquier campo -violín, matemáticas, ajedrez, etcétera- requieren aproximadamente de una década de práctica intensa. Incluso Boby Fischer, prodigio del ajedrez, necesitó practicar con ahínco durante nueve años para lograr, a los 17 años, el título de gran maestro. La regla de los 10 años, o de las 10.000 horas, implica que todas las habilidades se crean utilizando el mismo mecanismo fundamental. "No hay ningún tipo de célula que posean los genios y no tengamos el resto", sostiene Ericsson.
Junto con dos colegas de la Academia de Música de Berlín, Ericsson realizó, a principios de los años noventa, un estudio de referencia. Dividieron a los violinistas en tres grupos. En el primero estaban los estudiantes con un mayor potencial. En el segundo, aquellos juzgados simplemente como buenos. En el tercero, los estudiantes que tenían pocas probabilidades de llegar a tocar profesionalmente y pretendían ser profesores del sistema escolar público. A todos les preguntaron: ¿en el curso de toda su carrera, cuántas horas ha practicado en total? Todos habían empezado a tocar aproximadamente a la misma edad, alrededor de los cinco años; en aquella fase temprana, aproximadamente la misma cantidad de horas, unas dos o tres por semana. Las diferencias surgían a partir de los ocho años. Los estudiantes que terminaban como los mejores de su clase empezaban por practicar más que todos los demás, y a los veinte practicaban por encima de las 30 horas semanales. Los intérpretes de élite habían acumulado 10.000 horas de práctica cada uno. En contraste, los estudiantes buenos a secas habían sumado 8.000 horas. Y los futuros profesores de música, poco más de 4.000.
El mismo patrón se repitió con pianistas profesionales. Lo más llamativo del estudio de Ericson, según cuenta Gladwell en Fueras de serie, es que no encontró músicos natos que flotaran sin esfuerzo hasta la cima practicando una fracción del tiempo que necesitaban sus pares. "Tampoco encontraron obreros romos a los que, trabajando más que nadie, lisa y llanamente les faltara el talento necesario para hacerse un lugar en la cumbre. Una vez que un músico ha demostrado capacidad suficiente para ingresar en una academia superior de música, lo que distingue a un intérprete virtuoso de otro mediocre es el esfuerzo que cada uno dedica a practicar. Y eso no es todo", concluye Gladwell; "los que están en la misma cumbre trabajan mucho, mucho más que todos los demás".
Vayamos al cerebro. Y, por una vez, no relacionemos las famosas neuronas y talento. Cada vez son más los neurólogos que consideran a la mielina -mucho menos estudiada que las neuronas- como la clave de la adquisición de habilidades. Toda habilidad humana, ya sea jugar al fútbol, pintar o interpretar a Bach, proviene de una cadena de fibras nerviosas que transmiten un diminuto impulso eléctrico. La mielina rodea las fibras nerviosas. Permite que la señal sea más veloz y fuerte porque impide que se escapen del circuito los impulsos eléctricos. Cuando practicamos, esta lipoproteína responde cubriendo el circuito neural y añadiendo, en cada nueva capa, habilidad y velocidad. Es como conseguir una especie de línea de banda ancha: se multiplica por 3.000 la capacidad de procesamiento de la información.
Práctica y Mielina
"El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia" (Doris Lessing)
En 2005 se escaneó el cerebro de varios concertistas de piano y se descubrió una relación directamente proporcional entre las horas de práctica y esta materia blanca. Cuanto más se activa el nervio, mayor es la cantidad de esta lipoproteína que lo envuelve. Pero, como sostiene Dan Coyle, no se forma para responder a ideas vagas, a información que nos lava como una ducha caliente. Se crea para responder a acciones concretas. Es necesaria la práctica intensa. Teniendo en cuenta una aparente paradoja: aquellas experiencias en las que al principio cometemos más errores, errores que nos obligan a ir más despacio, son las que nos hacen más talentosos.
"Las cosas que hoy parecen ser obstáculos se convierten a la larga en aconsejables", sostiene Robert Bjork, catedrático de psicología de la Universidad de California. De él es el siguiente ejemplo: pongamos que por enésima vez viajamos en avión y observamos a la azafata mientras nos enseña cómo ponernos el chaleco salvavidas. Parece un disco rayado. Pero ¿sabríamos hacerlo en un momento de urgencia?
Bjork sostiene que lo ideal sería, en vez de observar a la azafata, ponernos directamente el chaleco y practicar (menudo espectáculo se organizaría en el avión). Practicar. Aprender. Cometer errores. Así se logra el talento. Volviéndolo a intentar. Fracasando otra vez. Fracasando mejor.
GASPAR HERNÁNDEZ 27/02/2011 artículo extraído del País Semanal

lunes, 28 de febrero de 2011

PREMIOS DEPORTIVOS ESCOLARES



El viernes pasado se entregaron los premios deportivos escolares 2011.
Recibieron el reconocimiento varios alumnos de nuestra escuela.
Os ponemos esta foto donde aparecen algunos de ellos. Caras sonrientes y buen rollo

miércoles, 23 de febrero de 2011

HACER LO QUE HACEMOS EN LA ESCUELA FRENA EL ENVEJECIMIENTO

Los médicos no se cansan de repetir las bondades del ejercicio para la salud. Refuerza nuestro organismo, evita la aparición de algunas enfermedades, despeja la mente e incluso parece aumentar la esperanza de vida... Además de todos estos beneficios, practicar algún deporte con moderación puede quitarnos unos años de encima y mantenernos jóvenes con más eficacia que cualquier otro tratamiento disponible. Así lo cree un equipo de científicos canadienses que trabaja con ratones genéticamente modificados para que envejezcan el doble de rápido de lo normal.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A. 23/02/2011

Los investigadores han descubierto que, a pesar de estar «obligados» a hacerse viejos, los roedores sometidos un ejercicio regular se mantienen sorprendentemente jóvenes. El trabajo, cuyos resultados sus autores aseguran que pueden aplicarse en humanos, aparece publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).

El investigador médico Mark Tarnopolsky y sus colegas de la Universidad McMaster en Hamilton (Ontario) analizaron una camada de ratones que había sido modificada para tener un defecto en un gen involucrado en la reparación de las mitocondrias, encargado de suministrar energía a las células. Esto hacía que los ratones envejecieran más rápidamente. Cuando los animalillos cumplieron tres meses de edad -aproximadamente el equivalente a 20 años en humanos-, algunos de ellos fueron obligados a realizar ejercicio en una rueda de andar durante 45 minutos varias veces a la semana, mientras que el resto se pasaba el tiempo recreándose y sin mover las patas.

Los resultados mostraron que después de cinco meses -cuando los ratones tenían el equivalente de 60 años humanos- los ratones que habían hecho ejercicio -según los científicos moderado pero constante- parecían ratones salvajes, más jóvenes, sanos y activos que sus compañeros sedentarios. Los «vagos» apenas podían moverse y habían perdido gran parte de su pelo. Por si fuera poco, también eran menos sociables y menos fértiles.

EFECTOS SIN PRECEDENTES

Cada tejido y cada órgano examinados por los investigadores eran más sanos en los ratones que practicaban deporte, incluyendo el cabello, piel, ovarios, testículos, el bazo, los riñones y el hígado. En los que no hacían ejercicio, el cerebro se había reducido y el corazón se había ampliado, mientras que los deportistas tenían uno de tamaño normal. Los efectos del anti-envejecimiento «no tenían precedentes» y protegían todas las partes del cuerpo.

La estructura muscular en los ratones que hacían ejercicio era normal, mientras que en los ratones sedentarios parecía dañada. Las mitocondrias de los ratones activos eran jóvenes y saludables, mientras que en el segundo grupo parecían viejas. Los investigadores creen que estos resultados pueden aplicarse a seres humanos. Tarnopolsky espera que la investigación anime a la gente a tomar en serio la práctica de ejercicio regular. El investigador considera que, si bien la muerte es inevitable, el ejercicio es el tratamiento disponible más potente contra el envejecimiento y puede mantenernos sanos y libres de enfermedades durante más tiempo que cualquier otra cosa.

lunes, 21 de febrero de 2011

XXXIV TROFEO ECOZAR



El domingo estuvimos en el Trofeo Ecozar. Debido a que había muchas pruebas por toda la Comunidad de Madrid, la participación fue básicamente con "los de casa". Pues bien, la verdad es que fue una auténtica gozada ver a la marea verde jugando antes,durante y después de la prueba.
Os dejamos el documento audiovisual. Pincha el siguiente enlace:

                                                       XXXIV TROFEO ECOZAR




                                     
                                                         

martes, 15 de febrero de 2011

LA ESCUELA OLVIDADA

Un análisis de la educación, desde el punto de vista histórico, económico, pedagógico y político. Repasa un siglo de historia de la educación en España, a partir del impulso modernizador que vivió el país a principios del siglo XX con el ensayo pedagógico, mixto y laico del Instituto-Escuela.
Voces como el ex director general de Educación, Alejandro Tiana, o el ex presidente de Cataluña, Pasqual Maragall, opinan sobre las aportaciones del Instituto-Escuela. Asimismo, antiguos alumnos como las hermanas Zuloaga, Oriol Bohigas o Ángeles Barnes, trasladarán al espectador a aquellas aulas a través de sus recuerdos.
El documental quiere rendir tributo a este experimento sin precedentes que trabajó para elevar el nivel cultural de la nación con la máxima de respeto absoluto al niño. A pesar de su enorme contribución a la modernización del país, solo los investigadores recuerdan su influencia.
El documental recupera personajes claves de la historia de España, como Giner de los Ríos, José Mª Cossío o José Castillejo, que lucharon por el progreso del país.

http://www.rtve.es/rss/videos/television/TE_SELDOCU.xml

viernes, 11 de febrero de 2011

¿PORQUÉ UN SER HUMANO GANARÍA A UN NEANDERTAL EN UNA CARRERA?

 Un ser humano ganaría a un neandertal en una carrera 
Si fuera posible celebrar un maratón entre seres humanos y neandertales -nuestros parientes desaparecidos hace unos 30.000 años-, la especie humana se llevarían todas las medallas. Investigadores de la Universidad de Arizona en Tucson han comparado los talones de los actuales corredores de fondo con los de los neandertales y antiguos Homo sapiens, y no hay duda de quién se subiría a lo más alto del podio.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.  08/02/2011  

 Según los científicos, los talones los neandertales «eran más altos que los de los humanos modernos y los primeros Homo sapiens», por lo que nuestros ancestros estaban más adaptados a dar saludables caminatas que a correr largas distancias. El estudio se publica en la revista Journal of Human Evolution.
El equipo de David Raichlen, profesor de Antropología en la Universidad de Arizona, descubrió que, a diferencia de los humanos modernos, los neandertales tenían talones más altos, lo que les podía haber provisto de un menor impulso durante la carrera. Sin embargo, es probable que esa característica diera estabilidad al tobillo y les ayudara a la hora de saltar y caminar cuesta arriba, así que es probable que fueran unos buenos «montañeros». El talón de los humanos modernos es más bajo, lo que aumenta su capacidad para correr y reducir el consumo de energía.
Para comprobar sus hipótesis, los expertos pidieron a ocho corredores de fondo que corrieran en una máquina de suelo rodante a 16 km por hora durante períodos de 10 minutos, tiempo en el que se tomaron imágenes por resonancia magnética de los talones y el tendón de Aquiles, además de realizar otros análisis, como su consumo de oxígeno. Los resultados mostraron que los huesos del talón eran más cortos y más bajos en los corredores cuyo consumo de oxígeno durante la ejecución fue más eficiente.
NECESITABAN MÁS ENERGÍA
Estos resultados también se compararon con los fósiles de trece de Homo sapiens fechados hasta hace 100.000 años y con los de seis neandertales del mismo período. Los cálculos de los investigadores sugieren que durante la carrera el Homo sapiens habría gastado un 6,9% más de energía que los corredores de fondo actuales, pero los neandertales habrían necesitado aún más energía, un 11,4% más.

Aunque a los neandertales no se les hubieran dado bien los maratones de larga distancia, su estructura ósea les habría dado una ventaja para andar y para las actividades que requieren una gran fuerza. Los resultados de los hallazgos apoyan investigaciones anteriores de que el Homo sapiens comenzó a realizar carreras de larga distancia hace dos millones de años, probablemente como un método de caza. Se cree que nuestros antepasados podrían haber utilizado este método en climas calurosos para llevar a la presa hasta el agotamiento. Los neandertales vivieron en climas más fríos y probablemente utilizaran diferentes habilidades en la caza.





martes, 8 de febrero de 2011

COMER MAL, PENSAR MAS LENTO ¿SERA VERDAD?




Una mala dieta durante los primeros años de vida, con demasiadas grasas y azúcares, podría estar vinculada, según ha mostrado un nuevo estudio estadístico, con un descenso en el rendimiento intelectual del niño cuando se encuentre en edad escolar. Por el contrario, quienes se alimentan en su más tierna infancia de abundantes vitaminas y nutrientes obtienen, como media, mejores resultados en los tests de inteligencia que realizan durante la educación Primaria, siempre según la citada investigación.
FUENTE | El Mundo Digital 08/02/2011
El estudio, dirigido desde la Universidad de Leeds (Reino Unido) y publicado en 'Journal of Epidemiology and Community Health', ha mostrado una leve asociación entre la mejor alimentación recibida a los tres años y la puntuación obtenida en las pruebas de destreza. Esta relación, según admiten los propios autores, ofrece una evidencia aún "modesta" sobre los efectos de la nutrición en la inteligencia.
Sin embargo, los resultados son coherentes con anteriores investigaciones, que ya sugerían un peor rendimiento escolar a causa de la mala dieta, así como con otros estudios que han mostrado -por el momento en ratas de laboratorio- que el aumento de grasas puede causar desórdenes neuronales. Los autores atribuyen este efecto a que hasta los tres años el cerebro se está formando a gran rapidez, por lo que cualquier cambio en las condiciones alimentarias amplifica sus efectos a esa edad.
El presente estudio ha utilizado datos de unos niños obtenidos durante los años 90 en el Reino Unido, y que ya habían sido usados para diversas investigaciones. Los padres rellenaron formularios con las bebidas, comidas y cantidades de cada producto que les daban a sus hijos, desde los tres años hasta los ocho y medio, que es la edad a las que se les somete a las 'pruebas de inteligencia Weschler', que tienen en cuenta tanto destrezas verbales como manuales.
Partiendo de estos datos, se distinguieron tres clases de dietas: 'procesada', alta en grasas y azúcares; 'tradicional', rica en carnes y vegetales; y 'preocupada por la salud', dominada por ensaladas, pasta y arroz. A partir de esta clasificación, se pudo comprobar una asociación entre la comida 'procesada' y bajas puntuaciones en el 'test Weschler', al mismo tiempo que la dieta 'preocupada por la salud' se relacionaba con mejores resultados en las pruebas.
CLASE SOCIAL Y EDUCACIÓN
Cabe destacar, sin embargo, que la estadística dejaba de ser significativa cuando se tenían en cuenta el resto de factores sociales y ambientales que pueden influir negativamente en la inteligencia, tales como la clase social, la educación de los progenitores, la edad de la madre y otros. Del mismo modo, no se pudo relacionar la dieta entre los cuatro y los siete años con la puntuación recibida a los ocho.
Con todo, los autores concluyen que "en la población de niños británicos contemporáneos, una dieta pobre, asociada con una gran ingesta de comidas procesadas, grasas y azúcar en la infancia temprana podría estar asociada con un menor cociente intelectual a la edad de 8,5 años".
"No existen evidencias al respecto", comenta sobre estos resultados el doctor Jesús Argente, catedrático de Pediatría en la Universidad Autónoma de Madrid. "Yo cogería las conclusiones con pinzas hasta que no hubiera resultados más concluyentes", añade.En todo caso, este experto recuerda que "la mala nutrición desde la infancia no sólo genera obesidad", de manera que "parece presumible que provoque algún tipo de deterioro en la inteligencia". "Pero el tema es lo bastante serio como para no decir que está comprobado hasta que no lo esté realmente", resume.
Argente, que es también director del Laboratorio de Investigación del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y miembro de la red Ciber de Nutrición, formó parte de un grupo internacional que publicó el pasado mes de agosto, en 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), un experimento con ratas que también relacionaba la mala alimentación con un deterioro cerebral.
"Las ratas que se habían sometido desde época neonatal a dietas altas en grasa presentaban claramente una alteración neuronal", explica el pediatra.
Autor:   Ángel Díaz