Hola a tod@s, os escribimos para proponeros dar un paso más en el cuidado de lo único que verdaderamente es nuestro, el cuerpo y de paso que nuestro hijos tengan la oportunidad de probar alimentos como los que en su día nosotros comíamos, ¿no? Yo especialmente recuerdo el maravilloso sabor de aquellos tomates.
La propuesta consiste en proveernos de productos ecológicos a través del AMPA. Para ello deberíamos contar con algun@s voluntari@s, al menos dos, para recabar la información necesaria y seleccionar a que cooperativa de alimentos ecológicos podemos comprar productos para que nos los traigan a "La Escuela" y que condicionantes existen para que esta propuesta se haga realidad.
Si os parece, podemos comenzar por hacer una lista de todos aquellos que, en principio, les atrae la propuesta. Necesitamos saber cuántas familias eco-consumidoras podemos ser, ya que es muy importante este número para determinar la viabilidad de esta nueva propuesta. Deberemos pedir permiso por escrito al patronato para realizar el reparto en "La Escuela" que por lo que yo sé, se realiza cada 15 días. Espero que no nos pongan trabas a esta nueva propuesta, ¡por que llevamos una rachita!
Pondremos la lista en los tablones para que os apuntéis, una sola persona por familia. Bueno si os parece os dejo con la respuesta a la pregunta
¿Por qué comprar Productos Ecológicos Cooperativos?
¡¡Ah!! perdonad la interrupción, esperamos a esos maravillosos voluntarios para colaborar en este proyecto.
1. Son triplemente sostenibles
Son productos de empresas rurales, formadas por la agrupación de agricultores y ganaderos, que son capaces de aunar los valores de la producción ecológica, medioambientalmente sostenible, con los de empresas que poseen un marcado sentido de la responsabilidad social, lo que contribuye a generar un sistema económico más sostenible.
El valor añadido que se genera a través de la elaboración y comercialización de productos ecológicos, revierte directamente en el agricultor o ganadero socio de la cooperativa, mejorando su renta y haciéndole partícipe de un sistema económico más justo.
Además, las cooperativas fomentan la permanencia de la población en el medio rural, a través de la creación y mantenimiento del empleo, y por sus características propias, ya que las cooperativas permanecen ligadas al territorio en que se ubican, contribuyendo a un tejido social más sostenible.
2. Garantizan su procedencia desde el origen
Son la mejor garantía para el consumidor de poner en su mesa directamente productos elaborados por los propios agricultores y ganaderos, que ofrecen alimentos de calidad dentro de un sistema de producción basado en valores como la confianza, la trazabilidad y la cercanía. Además de los atributos organolépticos de calidad, los productos ecológicos cooperativos también ofrecen otras cualidades: la tradición de sus métodos, la cultura gastronómica de su origen y la seña de identidad del entorno donde fueron producidos.
3. Valorizan la producción agraria
Los verdaderos artífices de los productos ecológicos que consumimos son los agricultores y ganaderos de nuestros pueblos. Cuando compramos productos ecológicos de una cooperativa agraria, además estamos favoreciendo la preservación de los valores culturales agrarios, la transmisión del saber hacer de los productores y el valor patrimonial de nuestro entorno, que se configura a través de los diferentes paisajes y micro ecosistemas que mantienen la biodiversidad, porque – de una forma colectiva ganando economías de escala – se está repercutiendo el valor añadido del producto ecológico al mismo productor.