EL ÉXITO DE UNA BUENA RECETA
En los tiempos que corren, resulta interesante intentar describir brevemente lo que significa la actividad que se viene desarrollando en la escuela municipal de atletismo de Fuenlabrada para conocer la clave del éxito que ha tenido durante tanto tiempo.
Como toda receta culinaria, ésta también se compone de unos ingredientes. En este caso se trata de un amplio grupo de personas ávidas por desarrollar una actividad física a las que las adversidades climatológicas o medios y entornos rudimentarios no las desaniman en su empeño. Si a este indiscutible tesón se le aliña con unas buenas dosis de compañerismo, de trato cordial y saludable entre los partícipes y se dispone de un buen cocinero que sepa cocinarlo todo a fuego lento, estamos ante una receta de las de antaño, de las que el éxito esta garantizado. Esta es la actividad que se viene realizando durante más de 25 años en la escuela municipal de atletismo de Fuenlabrada, donde se forman atletas, pero sobretodo se forjan personas.En un país donde es difícil conciliar la vida laboral con la familiar la “caja tonta” se ha convertido, sin quererlo, en la gran educadora de los menores. Desde aquí se alecciona a la recompensa sin el esfuerzo, a la falta de responsabilidad de los actos propios, o a la necesidad de seguir modas banales con tal de no sentirse excluido. Tan sólo hay que echar un vistazo a los programas de mayor tirón entre los jóvenes. Gran Hermano, Supermodelo, o cualquiera de los “reality shows” que se imponen actualmente tienen una función clara: idiotizar a los fácilmente accesibles, crear sumisos que quieran emular a los famosos de pega. Y es que ser famoso no quiere decir ser importante aunque en nuestros días así lo parezca.
En una sociedad sedentaria, de obesos emergentes, el deporte desde edades tempranas crea buenos hábitos y es la mejor garantía de salud y bienestar. Se desarrollan buenas aptitudes y se potencia la autoestima. Autodisciplina, solidaridad, responsabilidad, paciencia, constancia, trabajo, etc son sólo algunos de los valores que este deporte bien presentado desarrolla. La capacidad de sacrificio, o la recompensa a un buen esfuerzo difiere mucho de lo que las tendencias actuales ofrecen y que aquí son esenciales.
Como disciplina que debe ser enseñada, la capacidad pedagógica del entrenador es fundamental. En Fuenlabrada es en la profesionalidad y el nivel humano de sus docentes en donde se encuentra la clave del éxito, y es que, instructores puede haber muchos pero verdaderos maestros son difíciles de encontrar. La labor de un buen docente es esencial para hacer ver al chaval lo bueno que el deporte ofrece, para seducirle, al fin y al cabo no es más que un juego. La famosa autoridad y respeto del profesor de la que últimamente se habla mucho y que debe volver a las escuelas no hay que imponerla sino ganarla y ese es el gran logro de un buen maestro y lo que le diferencia del que simplemente instruye.
A diferencia de otros deportes, en el atletismo todos juegan, aquí todos son protagonistas. De todos modos, lo importante es que, sea el deporte que sea, juega, ya que lo mejor y que todavía no hemos dicho es que es divertido.
Después de todo correr puede parecer una banalidad, pero lo cierto es que es una buena excusa para mejorar en algo menos trivial como es la vida misma.
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ CALVO
Arquitecto
Atleta 7 veces internacional con la selección española
Medallista a nivel nacional e internacional
5 años becado deportivamente en universidades de EEUU
En general, los alimentos que gozan de menor aprecio entre los niños y niñas son las hortalizas junto con los pescados, por ello sólo se hace referencia a dichos alimentos.
Conviene comenzar el día con frutas: un vaso de zumo, rebanadas de plátano con fresas, macedonia de frutas caseras, etc. Si se combinan con cereales de desayuno y leche, darán un enérgico y delicioso comienzo al día. Los niños pueden participar en la elaboración de batidos de frutas con yogur.
El pescado es un alimento básico en la dieta pero de escasa aceptación por los más pequeños. Cuando el problema son las espinas conviene escoger piezas como lomos o filetes. La perca, el mero, el lenguado, el fletán o halibut, el emperador, el rape, el atún y el bonito son una buena elección porque no suelen presentar ninguna espina. Para preparar el pescado se puede recurrir a distintas técnicas y salsas que suavicen un poco su sabor y olor, o los encubran levemente (salsa bechamel, mayonesa, salsa rosa, tipo cóctel, tártara, etc.). El rebozado y empanado también pueden mejorar su aceptación. Si lo que no gusta es su consistencia, demasiado blanda para muchos niños, también los hay con textura más firme: el emperador, el atún y el bonito, el salmón, el rape, el bacalao, el congrio, la perca y el mero...