EL LIDERAZGO,
VISTO DESDE LA ESCUELA NÚMERO 1 DEL MUNDO
En el
aula no hay pupitres mirando al profesor, los niños se ven entre sí, pueden ir
descalzos y tumbarse en un sofá.
POR JULIA
BRINESVALENCIA
Saunalahti School, el colegio
finlandés que encabeza el informe PISA.
Hanna Sarakorpi es una de las personas
que más expectación despiertan hoy en día en el mundo de la educación. Es
directora de escuela desde hace diecisiete años y una de las autoras del
currículum escolar de Finlandia, el modelo que se presenta como el ejemplo a
seguir. Sarakorpi dirige actualmente la escuela pública Saunalahti -creada en
2012 en Epoo, segunda ciudad de Finlandia-, el colegio que saca las mejores
notas en el informe PISA. Ha participado en una jornada de la Fundación Cuadernos
Rubio ante más de doscientos docentes, ávidos por aprender de Sarakorpi cómo
acercar a sus alumnos a los resultados finlandeses.
Saunalahti diseñó un edificio para las
necesidades del centro, que también es un espacio para el barrio, abre a las
seis de la mañana y cierra a las diez de la noche. Alberga actos culturales,
polideportivo y biblioteca pública. Hace de la integración en su sociedad y de
la relación con las familias parte del temario. Tiene sofás en las aulas, dan
clase en cualquier espacio, interior o exterior, los grupos de alumnos son
flexibles en función de las habilidades... y funciona.
Sarakorpi: "El mundo cambia deprisa; la habilidad
más importante es aprender a aprender"
Una escuela líder en resultados. Pero,
¿es también la escuela un lugar para formar líderes? Sarakorpi explica que
"por supuesto, la escuela puede enseñar a los nuevos líderes, el colegio
enseña también habilidades como trabajar en equipo, conocerse a sí mismo, cómo
tratar a las personas, cómo entusiasmar a las personas y cómo llevar la
responsabilidad. Ésas son habilidades muy importantes para todo líder, porque
creo que un buen mentor debe llevar a las personas a hacer cosas que tienen
sentido para ellos". Su escuela se basa en que cada niño es único y su
método planifica a cada estudiante, por lo que puede entenderse el liderazgo de
forma más amplia. "Cada niño puede ser un líder en sí mismo. Las personas
necesitan liderarse a sí mismos. Deben establecer sus objetivos y dirigir sus
vidas".
Su discurso se refiere a escuela
integrada en la sociedad, con niños felices, que aprenden tanto en el aula como
al aire libre o en un sofá, algo que en nuestro entorno puede chocar con la
idea de escuela que prepara alumnos para el trabajo. Ante esa cuestión,
"debemos tener cuidado, porque ninguno de nosotros sabe qué ocurrirá. El
mundo cambia muy deprisa. La habilidad más importante para el futuro es
aprender cómo aprender. No sabemos qué tendrán que hacer, así que hay que estar
abierto a todo, crear pensamiento reflexivo y crítico para poder elegir".
Cómo lo hacen en Finlandia
·
Foco en las fortalezas y en la pedagogía
positiva.
·
Cada alumno es único y tiene sus propios
objetivos de aprendizaje.
·
Se aprende haciendo. Métodos:
experimentación, juego, drama, resolución de problemas...
·
Cualquier espacio es un lugar de
aprendizaje.
·
Los profesores necesitan conocer bien
las necesidades especiales de los niños y eso implica aprender de por vida.
·
Educación de forma conjunta con los
padres.
·
Sentido de comunidad.
Para comparar su sistema con el nuestro,
le presentamos un horario real de un alumno de diez años en España, y lo que
más le sorprende es la escasa presencia del arte: una hora de plástica y una de
música. "Yo pondría más horas de estas disciplinas, aunque nosotros usamos
el arte no solo en esas horas, sino también en las clases de matemáticas y en
las de inglés". Por eso, concluye que "además del horario, depende
también de cómo se den las asignaturas".
"Que salgan con raíces y alas"
El método que aplica la escuela
Saunalahti se basa en potenciar las fortalezas de los estudiantes y en la
pedagogía positiva, explica su directora. Se elabora un plan para cada niño,
evaluable cada mes, de manera que se puede seguir y modificar. También colabora
con los padres y explica, por ejemplo, que hay reuniones cada tres meses, en
las que están los padres, el maestro y el niño. "Los padres dicen por qué
están orgullosos de su hijo; el maestro dice por qué está orgulloso de su
alumno y el niño dice por qué está orgulloso de sí mismo". Es decir, no
solo se habla de materias académicas. Tiene espacios muy abiertos, pasillos en
los que se explica y se lee. También se modifican los grupos de un mismo curso
de manera flexible según las materias, dependiendo de las habilidades de los
niños.
Hanna Sarakorpi, directora de la escuela
Saunalahti.M.Á. Polo
La idea de educar dentro de su sociedad
se apoya en el uso del edificio para todo el barrio como polideportivo o área
de reuniones. Además, es una escuela pública solo para niños de la zona.
"Recibo cartas de muchas personas para que entren niños, pero éste no es
el objetivo, es una escuela del barrio", dice la directora, que apunta que
el objetivo es que el alumno se conozca a sí mismo y sea capaz de encontrar su
lugar en el mundo. "Que tenga raíces y alas... y también sueños".