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DOMINGO 19 DE ENERO DE 2020 - 13:00 HORAS


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lunes, 21 de octubre de 2013

VIDEO DE COMPLEMENTO DE MC.DONALD'S

Acabo de leer el artículo anterior de Julio, y quiero aprovechar para complementárselo con un video que tengo guardado de hace unos meses, sobre el tema de la "preparación" de los productos del Mc.Donald's.


EL CHEF JAMIE OLIVIER GANA DEMANDA CONTRA MC DONALD´S



10 de septiembre de 2013.- El chef Jamie Oliver justo ha ganado una batalla en contra de la cadena más grande de comida chatarra que existe en el mundo. Una vez que Oliver demostró cómo se hacen las hamburguesas, McDonald’s, la franquiciadora anunció que cambiará la receta.

De acuerdo a Oliver, las partes grasosas de la carne se “lavan” con hidróxido de amoníaco y luego se usan en la confección de la ‘torta’ de carne para rellenar la hamburguesa. Antes de este proceso, de acuerdo con el presentador, ya esa carne no era apta para consumo humano.

Oliver, chef activista radical, quién ha asumido una Guerra contra la industria de alimentos, dice: estamos hablando de carnes que hubieran sido vendidas como alimento para perros y después de este proceso se les sirve a seres humanos. Aparte de la calidad de la carne, el hidróxido de amonio es dañino para la salud. Oliver le dice a esto: “El Proceso de la Porquería Rosa”.

¿Qué ser humano en su sano juicio pondría un trozo de carne remojada en hidróxido de amonio en la boca de un niño? 

En otra de sus iniciativas Oliver demostró cómo se hacen los nuggets de pollo: Después de seleccionar las ‘mejores partes’, el resto: grasa, pellejos, cartílagos, vísceras, huesos, cabeza, patas, son sometidos a un licuado –separación mecánica- es el eufemismo que usan los ingenieros en alimentos, y después esa pasta rosada por la sangre, es desodorada, decolorada, reodorizada y repintada, capeadas en melcocha farinácea y frita, esto es rehervido en aceites generalmente parcialmente hidrogenados, esto es, tóxicos.

En USA, Burger King y Taco Bell ya abandonaron el uso de amonio en sus productos. La industria de alimentos usa el hidróxido amonio como un agente anti-microbiano, lo que le ha permitido a McDonald’s usar en sus hamburguesas carne, de entrada no apta para consumo humano.

Pero aún más molesta es la situación que estas sustancias basadas en hidróxido amonio sean consideradas ‘componentes legítimos en procedimientos de producción’ en la industria de alimentos con las bendiciones de las autoridades de salud en todo el mundo. Así los consumidores nunca se podrán enterar de qué químicos ponen en nuestra comida.

viernes, 21 de junio de 2013

CINCO RAZONES PARA DEJAR DE COMER PAN BLANCO



El pan, «fruto de la tierra y del trabajo del hombre», es el alimento básico de nuestra civilización. Pero ha llegado el momento de dejar de consumir pan blanco. Ahora verá por qué.
 

Demasiado mezclado
El trigo ya no puede considerarse un alimento sano. Aunque sea ecológico o integral, el trigo moderno es demasiado híbrido. Contiene una elevada cantidad de glutamina, una proteína que tiende a irritar las paredes intestinales, y muchos menos minerales y vitaminas que hace cientos de años.

Es una verdadera lástima, porque el trigo era realmente un alimento adecuado y hoy en día se utiliza en multitud de harinas y alimentos, en especial como espesante.

Demasiado pobre en fibra, vitaminas y minerales
En el pan blanco, la mejor parte de la harina se ha retirado para dársela a los cerdos y a otros animales de granja. El trigo integral no es bueno para la salud, pero al menos contiene fibra, vitaminas y minerales. Para elaborar pan blanco, por el contrario, se retiran del trigo el germen y el salvado.

El resultado es un producto casi sin fibra y sin apenas vitaminas ni minerales, un producto que en el fondo no es más que almidón; sencillamente calorías sin nutrientes esenciales.

Lo mismo ocurre con los cereales para el desayuno. Cuando compre cereales no se deje impresionar por las etiquetas que indican que han sido “enriquecidos” con vitaminas. La razón por la que a veces se "enriquecen" los cereales es precisamente porque los científicos se dieron cuenta en 1945 de hasta qué punto eran pobres en nutrientes. Vamos, que la caja de cartón de los cereales contiene casi tantos micronutrientes como los propios cereales, si no más.

Los fabricantes añadieron entonces 3 ó 4 vitaminas y un poco de hierro. Pero esto es como si alguien le robase 10.000 euros de su cuenta del banco y luego decidiese "enriquecerle" dándole un par de euros.

Demasiado salado
El pan blanco moderno está demasiado salado. Contiene de media 19 g de sal por kilo de pan. Una barra (250 gramos) contiene 4,7 g de sal, lo que supone casi la cantidad máxima diaria que recomienda ingerir la OMS (5 g/día/persona). Según datos recogidos por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en España la principal fuente dietética de sodio en la población adulta es precisamente el pan.

Aunque no se añada sal en su fabricación, el pan sin sal contiene sin embargo de 0,2 a 2,2 g de cloruro de sodio por kilo.
 

Demasiado dulce
El pan blanco no es un azúcar lento, más bien es un azúcar de combustión rápida con un índice glucémico elevado, que provoca un gran desgaste de insulina y reacciones de hipoglucemia.

El índice glucémico indica el efecto de los alimentos en la glucemia (nivel de glucosa en sangre) durante las dos horas siguientes a su ingesta.

El índice 100 de glucemia (el máximo) corresponde a la glucosa pura y... ¡al pan blanco!, que no es más que almidón, como ya ha visto, y el almidón a su vez no es más que una cadena de moléculas de glucosa.

Esto quiere decir que consumir pan blanco es peor que comer terrones de azúcar: hace que aumenten escandalosamente los niveles de azúcar en la sangre, lo que afecta al páncreas y provoca un pico de insulina, con el consiguiente riesgo de desarrollar en un futuro resistencia a la insulina, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Demasiado gluten
El trigo moderno, resultado de procesos híbridos, se ha seleccionado por su riqueza en gluten. El gluten es una mezcla de proteínas. Cuanto más gluten haya en la harina, más fermenta el pan y se vuelve más elástico y esponjoso. El pan parece más apetitoso, más hinchado y, por tanto, se vende mejor.

El problema es que el sistema digestivo de muchas personas no tolera las cantidades de gluten que presenta el pan moderno. La intolerancia al gluten provoca cansancio, dolores abdominales, diarrea, reflujo gastroesofágico, problemas articulares, eccemas e incluso trastornos neurológicos.

¿A qué esperamos para rebelarnos?
El filósofo, escritor y cineasta francés Guy Debord (muy vinculado a España y a la cultura española, por cierto) fue muy gráfico al explicar su sorpresa ante la indiferencia con la que las panaderías francesas sustituyeron el auténtico pan por una imitación y ello no hubiera provocado una nueva Revolución Francesa: «Durante el periodo que precede a la Revolución de 1789, nos acordamos de la multitud de motines populares que se desencadenaron como consecuencia de moderados intentos de falsificar el pan. (...) Cuando vimos, hace ya diez años, que el pan desaparecía en Francia, casi siempre sustituido por un pseudopán (harinas no panificables, levaduras químicas y hornos eléctricos), no sólo esta situación traumática no despertó ningún movimiento de protesta y de defensa (…), sino que literalmente nadie habló de ello». (1)

Conclusión
Si no hay posibilidad de hacerse con verdadero pan, le aseguro que comer sardinas, ensaladas, huevos fritos y jamón sin pan sienta muy bien.

Si está acostumbrado a consumirlo, incluso se sentirá sorprendentemente más ligero y con más energía después de una comida sin pan.

¡A su salud!

Juan-M. Dupuis

sábado, 27 de abril de 2013

LO QUE ES ADICTIVO ES EL AZUCAR Y LAS GRASAS



No nos vamos a cansar de publicar artículos como este porque está en nuestras manos el que nuestr@s hij@s dejen de ser adictos al azúcar y las grasas.



Adictos a las patatas fritas

Aquel dicho que reza “a que no puede comer solo una” no es solo popular. Como casi todo, tiene sus fundamentos científicos, aunque para el caso de las patatas fritas, las de churrero, quedan muchos misterios por resolver. El blog Ciencia y Tecnología Alimentaria se hace eco de ellos.

La cuestión no es comer solo una, sino sentirse literalmente enganchado a las patatas fritas. Su alto contenido en grasa y carbohidratos no las convierten en un producto especialmente saludable, sobre todo si se ha desarrollado una adicción que lleva a consumirlas de forma compulsiva y continuada.

Como es bien sabido, la adicción a determinados alimentos es algo común. Ocurre con la patatas fritas, el chocolate o incluso con la bollería, por citar unos pocos. La explicación más común es que, en realidad, lo que es adictivo son las grasas y el azúcar. De ahí que se empleen profusamente en alimentos para convertirlos en más apetecibles, especialmente en franjas de edad sensibles, como niños y adolescentes.

Ero las patatas fritas no tienen azúcar, sino sal, aunque si grasas en proporciones considerables. En investigaciones con animales de laboratorio, no obstante, se ha comprobado que la patata frita se asocia a una mayor activación de regiones del cerebro relacionadas con el sistema de recompensa, la ingesta de comida, el sueño y áreas motoras. Es decir, las patatas fritas “nos ponen” y, en personas sensibles, puede desencadenar un deseo irrefrenable de comerlas compulsivamente generando una adicción.

Estudios de este tipo, aunque pudieran parecer lo contrario, no son una fruslería. Muchos alimentos comparten mecanismos de acción acerca de su apetencia y, en última instancia, su adicción. Estos mecanismos, y sus bases biológicas, son estudiadas principalmente por la industria para detectar e introducir en sus productos estrategias que faciliten su consumo. Del mismo modo, desde los laboratorios públicos se hace lo mismo pero con un objetivo radicalmente opuesto: prevenir su excesivo consumo.

lunes, 22 de abril de 2013

¿ES MÁS ADICTIVO EL AZÚCAR QUE LA COCAÍNA?

En la charla de Perico el pasado viernes, habló de que el azúcar es adictivo. Supongo que cuando muchos oyen esa afirmación, pensarán algo así como “bueno, puede que me guste algo más el dulce que el salado”, pero jamás pensarán que el azúcar es una verdadera droga. Cuando oímos adicción a drogas, posiblemente lo primero que se nos viene a la cabeza es el alcohol, el tabaco o la cocaína. Realmente, ¿deberíamos meter al azúcar en ese mismo saco en cuanto a niveles de adicción? Para obtener una respuesta, os animamos a ver el documental que emitió el sábado La Noche Temática (La2). Si no tenéis tiempo, en los cinco primeros minutos un ratón de laboratorio nos dirá cuanto de adictivo puede ser el azúcar:
 


Azúcar y atletismo
Para la práctica del atletismo y de cualquier deporte necesitamos energía. Esa energía la obtenemos habitualmente de los hidratos de carbono.
Hidratos de Carbono y vitamina B1: sin profundizar  y de manera resumida diremos que para metabolizar los hidratos de carbono necesitamos vitamina B1. Es decir, sin vitamina de B1 los hidratos de carbono que ingerimos en la alimentación no podríamos convertirlos en energía para nuestros músculos. Los hidratos de carbono de asimilación lenta (los obtenidos de los cereales integrales) son ricos en vitamina B1. Los cereales refinados, el azúcar y su presencia en otras formas, prácticamente no contienen vitamina B1. Por tanto, cuando ingerimos azúcar, esto provoca una utilización de la vitamina B1 almacenada en nuestro organismo. Pues bien, uno de los efectos de unos niveles bajos de vitamina B1 en nuestro organismo es un aumento de los niveles de ácido láctico en los músculos y en nuestros tejidos. En resumen:
Ingesta azúcar = utilizar vit. B1 del organismo = aumento ácido láctico = peor rendimiento deportivo
Azúcar  y calcio: además de los muchos efectos negativos del azúcar sobre el organismo (piel, sistema nervioso, flora intestinal,…) destacamos aquí su papel como ladrón de Calcio. Porque si, el consumo de azúcar hace que los niveles de calcio en nuestro organismo desciendan. Es decir, el azúcar descalcifica. Curiosamente, el Calcio es necesario para la contracción de los músculos. Si no tuviéramos nada de Calcio nuestros músculos no se contraerían. Por tanto, si al consumir azúcar robamos a nuestro organismo el calcio que tenemos almacenado, dispondremos de menos calcio para nuestros músculos. En resumen:
Ingesta azúcar = descenso de Calcio en cuerpo = menos Calcio para contracción de músculos = peor rendimiento deportivo
Me imagino esa escena en la que en el desayuno previo a una competición se le da al crío esas galletas que anuncia la tele como fuente de energía. Galletas que suelen tener un contenido alto de azúcar o azúcares simples (aquellos que se asimilan de forma rápida). ¿Qué estaremos haciendo en realidad? Disminuyendo su rendimiento deportivo. 
Y que hay de esa otra imagen en la que la mamá o el papá echa  azúcar en la tostada  de ese desayuno en busca de un extra de energía, cuando en realidad lo que están es condenando a ese atleta a no rendir a su máximo potencial. 
Otra imagen típica: en la cena previa a la competición, el deportista ingiere arroz o pasta. Pero ¿qué tipo de cereal consume? Recordar, sino es integral, ese cereal no tiene vitamina B1 y descalcifica, por tanto, descenso del rendimiento deportivo.
Una vez más, a reflexionar. Y porque no, a ACTUAR.

jueves, 28 de febrero de 2013

LA DIETA MEDITERRÁNEA EVITA ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES


Alrededor del 30 por ciento de los ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y muertes por enfermedades del corazón se podrían prevenir gracias a la dieta mediterránea, destaca The New York Times. El rotativo asegura que se trata del “primer estudio riguroso” que demuestra la relación entre dieta y salud cardiovascular. 


La dieta mediterránea, por definición, cumple con al menos dos requisitos, la diversidad y la presencia de aceite, frutas y verduras. En su relato, el diario de la Gran Manzana añade nueces, pescado e “incluso beber vino con las comidas”. Cita como fuente de la información un amplio estudio publicado recientemente por The New England Journal of Medicine, una de las más prestigiosas del ámbito médico mundial.
 
Hasta la fecha, destaca Gina Kolata, redactora especializada del New York Times, las evidencias entre dieta mediterránea y enfermedad coronaria eran “débiles” y no se sustentaban sobre métodos de estudio científico rigurosos. Las observaciones, añade, era indirectas, por lo que difícilmente podía llegarse a conclusiones válidas.

El nuevo estudio, de cinco años de duración, ha medido enfermedad coronaria y muerte, los dos factores “que más importan”, con independencia de factores de riesgo asociadas como sobrepeso o hipertensión. Los científicos asignaron al azar a 7.447 personas en España que tenían sobrepeso, eran fumadores o tenían diabetes u otros factores de riesgo para seguir una dieta mediterránea o una baja en grasas.

La dieta baja en grasas no aportó mejoras significativas, cosa que si evidenció la dieta mediterránea, con un valor preventivo cercano al 30% en los eventos coronarios con resultado de muerte. El tipo de seguimiento, en el que han participado investigadores de la Universidad de Barcelona, así como la independencia de los factores de riesgo, revelan que es posible disminuir notablemente tanto la incidencia como el impacto de los eventos cardíacos con solo mantener una dieta adecuada. Y que la administración de fármacos preventivos no hace sino que incrementar la protección.