miércoles, 16 de enero de 2013

¿ LA EDAD ES UN IMPEDIMENTO EN ATLETISMO ?

Para quien lo pueda dudar, noticias como la siguiente le despejarán cualquier duda:



A finales de los 70, Loles Vives (Manresa, 1957) se convirtió en la primera atleta española en bajar de los 12.00 en los 100 metros con cronometraje eléctrico. Treinta años después de aquello, la catalana ha ratificado nada menos que con un récord del mundo —el de 60 metros que logró el sábado en Zaragoza (8.42), para Mayores de 55 años— que vive una segunda juventud sobre el tartán.

Entre ambos periodos atléticos estuvo casi 10 años sin practicar este deporte y siempre pensó que su retirada había sido definitiva. Pero entonces su labor como entrenadora personal a domicilio le devolvió su idilio con la velocidad. “Después de tener a mi primer hijo, me di cuenta de que para volver a la élite debía entrenar muy fuerte. Volví a bajar de 12.00, aunque sabía que con el trabajo y la maternidad no iba a poder mantenerlo. Pero cumplí 40 años y volví a engancharme al atletismo”.

Desde entonces, dirigida por su marido Martí Perarnau hasta la pasada temporada, Vives ha conocido la velocidad con otro prisma, el de la experiencia. Pese a que los atletas acostumbran a subir de distancia a medida que cumplen años, Loles nunca ha barajado un cambio. “Soy negada para el fondo”, asegura. “Es habitual ir variando hacia pruebas más largas, pero yo moriré velocista, no sé hacer otra cosa. El atletismo veterano es un reto personal, más si cabe cuando rebasas los 50. Intento demostrarme a mí misma que puedo correr más rápido a pesar del transcurso del tiempo. Mi principal desafío es conmigo misma, no tanto con mis rivales”.

Las ocupaciones laborales de su marido y técnico hasta la pasada campaña llevaron a Loles Vives a cambiar de entrenador. Encontró en el ex vallista Alexis Sánchez, que prepara entre otros a Felipe Vivancos, la persona idónea para dirigir sus sesiones de trabajo. Los cambios en los entrenamientos —series más largas y un aumento en la carga de musculación— han dado sus frutos con un récord del mundo tempranero y, por ello, inesperado. “Era mi debut esta temporada y no pensaba que podría batir el registro mundial en la primera carrera. En ese sentido, sí me sorprendió gratamente. Tenía dudas de cuál era mi estado de forma”, admite Loles.

El entrenamiento invisible
Si cuidar la alimentación y el descanso es importante para cualquier atleta de élite, cuando hablamos de deportistas veteranos el llamado entrenamiento invisible se convierte en un aspecto vital. “Me cuido muchísimo y en cuanto tengo el mínimo dolor paro, voy al fisio... El único objetivo que le planteé a mi entrenador fue el de no lesionarme. A partir de ahí, ya podemos hablar de marcas”, explica la atleta.
El Nacional de veteranos y el Europeo de pista cubierta, a mediados de marzo en San Sebastián, son los próximos retos de Vives, que sigue enganchada a la velocidad también como espectadora. “El récord de Florence Griffith (10.49) es ahora inalcanzable. Se han acercado, pero pasarán años hasta que alguien pueda batir ese registro”, analiza. Y entre las más veteranas, un nombre por encima de todos: Merlene Ottey. “Es de otra galaxia. Su calidad le permite seguir corriendo en campeonatos internacionales. No me podría medir a ella”, apuntilla.

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