miércoles, 8 de febrero de 2012

EL CORAZON COMIENZA A FORTALECERSE DESDE LA LACTANCIA



  
Tres meses de lactancia y un bebé con un corazón más fuerte






 
Tres meses de lactancia y un corazón más fuerte. Este es el resultado que se extrae de un estudio publicado en dos revistas americanas y en el que han colaborado tres expertos españoles.

Si un bebé es amamantado durante sus tres primeros meses de vida, su riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares se reduce un 6%. Esto lo convierte en un factor más importante que la obesidad en el control de estas patologías. Además, los niños lactantes presentan mejores valores en capacidad aeróbica, niveles de colesterol, inflamación o presión sistólica.

La investigación, que ha contado con la colaboración de personal médico sueco y estonio, ha realizado exámenes de salud a 1.025 niños de 9 y 10 años, y 971 adolescentes de 15 y 16 años en sus respectivos países. A sus madres se les ha preguntado si sus hijos habían sido exclusivamente alimentados mediante lactancia materna y, de haberlo hecho, durante cuánto tiempo. Asimismo, en estas pruebas, además de tomar talla y peso, se realizaron análisis de sangre en los que se detectaron los valores de inflamación o el fibrinógeno, cuya presencia se relaciona con una mayor coagulación de la sangre, lo que aumenta el riesgo de arterosclerosis, y, por último, se midió la capacidad aeróbica de los participantes mediante pruebas de esfuerzo, lo que se ha sabido recientemente que es una de las mejores formas de predecir la mortalidad.

En este estudio, promovido por el Instituto Karolinska de Estocolmo, han participado Idoia Labayen, profesora de Nutrición en la Universidad del País Vasco, así como Jonatan Ruiz y Francisco Ortega, de la Universidad de Granada. Otra conclusión que ha querido destacar Labayen es que los beneficios máximos de la lactancia materna se alcanzan a los tres meses y apenas se aprecian diferencias si se ha continuado hasta los seis.

OTROS BENEFICIOS
Los resultados, una vez más, han vuelto a resaltar los múltiples beneficios que reporta la leche materna, que posee un contenido de grasa relativamente alto comparado con la mayoría de los alimentos complementarios. Se convierte, por tanto, en una fuente clave de energía y ácidos grasos esenciales, que tienen una relación directa con el desarrollo cerebral de los niños y sigue siendo el alimento más completo desde el punto de vista nutricional. Además, hay que resaltar que cambia según la edad del bebé, según la hora del día e incluso a lo largo de una misma toma. Por algo la Organización Mundial de Salud (OMS) recomienda la lactancia exclusiva al menos durante los primeros seis meses de vida.

El niño lactante está más protegido frente a todo tipo de enfermedades respiratorias (catarros, bronquiolitis, neumonías, etc.), gastrointestinales y de tipo infeccioso, pero además ayuda a prevenir la diabetes de tipo 1 y la obesidad infantil. Estudios recientes, además, otorgan a la lactancia materna las propiedades de reducir el asma, la muerte súbita e incluso el estrés.

FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A. 
Autor:   Lucía Palacios

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