El 30 de septiembre los cielos de Pekín pesaban oscuros y la niebla ahogaba la ciudad con una nube densa, que amenazaba con aguar el gigantesco desfile militar previsto el día siguiente en la plaza Tiananmen para conmemorar el 60 aniversario de la fundación de la República Popular China. Hubo lluvia. Pero cayó toda esa noche, y el 1 de octubre amaneció radiante y de un azul que parecía imposible. No fue casualidad. Un total de 18 aviones del Ejército Popular de Liberación volaron sobre la ciudad disparando yoduro de plata contra las nubes para forzar las precipitaciones antes de la parada militar.
Desde que, en 1947, Bernard Vonnegut descubriera que el yoduro de plata puede romper los equilibrios internos de las nubes y modificar las precipitaciones, cerca de 40 países siguen utilizando la misma tecnología para tratar de modificar el tiempo. Aunque.... Si quieres continuar leyendo clika aquí
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¡Nos mean y nos dicen que llueve.!(Anónimo) SALUDos.
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